Viaje a la tierra de Papá Noel

Jueves 27 de octubre. Jornada de investidura de nuevos doctores Honoris Causa por la Universidad de Navarra. No hubo clase pero, una tarde más, alumnos de la asignatura de Periodismo Científico acudieron a las proyecciones de los documentales ganadores de la décima edición del Festival de Telenatura.

Ese día, el Planetario de Pamplona se convirtió en la fría Noruega, un país situado al Norte del continente y del que, hasta entonces, desconocíamos la maravillosa riqueza que poseen sus parajes.

“Wild Scandinavia. Norway” es un documental dirigido y producido por el matrimonio alemán Haft. Jan y Melanie Haft, de la productora alemana Nautilus Film, se embarcaron en este proyecto que muestra la flora y fauna del Círculo Polar Ártico, en concreto del Parque Nacional Dovrefjell, y que forma parte de una serie de seis documentales que retratan la naturaleza de Noruega.

De una calidad técnica magistral, con una fotografía que vaticiné como ganadora y con una música que hizo las delicias de los allí congregados, “Wild Scandinavia. Norway” recoge la vida de las distintas especies que luchan por sobrevivir a 40º bajo cero durante todo el año. Animales que nos dejan un recordatorio de los seres vivos que, hace millones de años, poblaron la tierra. Y es que especies como el buey almizclero o formaciones naturales como fiordos o glaciares son memoria viva de la Prehistoria.

Tras la proyección del documental, el matrimonio Haft presidió un coloquio, moderado por la profesora Cristina Pérez-Guembe. Durante la charla, compartieron con los asistentes la experiencia de tres duros años de rodaje en los que tuvieron que luchar por sobrevivir a las duras condiciones climatológicas. Jan explicó que formó parte del equipo que viajó hasta tierras noruegas para rodar y que, por su parte, Melanie, ejerció de productora desde Alemania.

La ronda de preguntas se extendió durante bastante tiempo. Pienso que no fue por las dudas o curiosidades que el público pudiera tener -que también- sino porque este matrimonio se ganó, con su simpatía y espontaneidad, el cariño de todos los que, ese día, viajamos hasta la tierra de Papá Noel, hasta la hermosa Escandinavia.